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MONTÍCULOS DE BELLEZA INFINITA de Nihm Smoboda

Microrrelatos 2022

El caballero apaleado bebió el bálsamo de Fierabrás y obtuvo vómito, sudor y sueño.

Al saberse que pululaba entre Alcolea y la Cañada Real, los venteros escondían los odres y le negaban albergue, pues la última vez creyó enfrentarse al malvado Pandafilando y destrozó a estocadas una bodega de pellejos.

Vagó hasta caer la tarde y vio cómo aquella tierra de gigantes tomaba el color del vino derramado. Contempló las Motillas y comprendió cuánto merecía la pena vivir loco: aquellos montículos de belleza infinita lo dejaban sediento de hazañas, pero a la vez lo embriagaban de inmensidad.