AS DE COPAS de Carmen García Hidalgo
Cuando él hablaba de nosotros, siempre llevaba una copa de vino en la mano.
Se paseaba por la casa, haciendo rutas circulares, mientras explicaba el sentido de su existencia, que nada tenía que ver con la mía.
Yo mientras, me perdía en los mares de viñedos que se veían desde nuestra ventana en el campo, en esa temporada.
Él nunca supo decirme porqué necesitaba el vino para hablar. Yo nunca supe contarle porqué me vestía de rojo en mi cumpleaños.
Él nunca supo explicarme porqué estaba conmigo, yo nunca supe decirle que no me importaba.